Hablar del origen de la vida en la tierra es un poco complicado y muchas veces resulta confuso para otros, este tema es de manera irrefutable una de las cuestiones más importantes para el ser humano. Desde el antiguo Egipto, la gran civilización persa, el gran imperio griego, el romano y nuestra civilización actual; Siempre hemos considerado el comienzo de nuestra especie de manera muy relevante, ya que al mismo tiempo implica en gran manera un amplio conocimiento sobre la humanidad y la posibilidad de permanecer por mucho tiempo sobre el planeta.
Los egipcios alcanzaron un alto grado de conocimientos en la aritmética, la arquitectura y la astronomía; Gran parte de sus logros en estas ciencias lo atribuyeron al contacto con seres de origen extraterrestre. Al mismo tiempo consideraron nuestra existencia como el producto de la creación divina. Muy parecida a esta teoría se encuentran las creencias del gran imperio persa (Babilonia). Quienes siempre creyeron que nuestra existencia era el producto de un gran experimento genético realizado por seres alienígenas (Anunnaki) a un simio, convirtiéndolo con el pasar del tiempo en un ser con la capacidad de caminar erguido sobre sus dos patas traseras, manipular su entorno moldeándolo y fabricando herramientas, hasta llegar hacer el humano contemporáneo.
El imperio griego y el romano de otro lado también consideraron este tema como el producto de la disposición divina, consideraron al hombre al igual que en otras culturas como un producto realizado por la voluntad de Dios. D alguna forma u otra el creer en un ser superior también los encamino a creer en el diseño de la humanidad por un ser de origen no terráqueo, convirtiéndolo al mismo tiempo en un alienígena.
De forma muy vanguardista y sofisticada en la actualidad se ha logrado examinar cada una de las partes que componen el cuerpo humano, desde el microscópico núcleo de una célula, hasta el interior de las proteínas que esta fábrica para su normal funcionamiento. El cuerpo humano se ha desnudado revelando cada uno de sus secretos a la comunidad científica hasta el punto de descubrir el ADN.
De alguna forma u otra comprendemos que este interés de la humanidad por conocer nuestro cuerpo tiene que ver con la búsqueda incansable de nuestros orígenes, ¿Que somos? ¿Cuál fueron nuestros orígenes? Con el descubrimiento del ADN el hombre se acercó muchos a los orígenes de la vida, en este conoció la complejidad en el diseño con el cual esta hecho el cuerpo humano o cualquier otra forma de vida más simple sobre la tierra.
Los últimos reportes científicos demuestran que las formas de vida más complejas son el producto de la evolución o el cambio a través del tiempo de formas más simples de vidas u organismos eucariotas (Selección natural).
Muchos creen que las pruebas sentadas en esta hipótesis sobre el origen de la vida no son lo suficiente creíbles ya que implican la evolución como una serie de casos únicos y aleatorios que no se han vuelto a repetir, por otro lado encontramos quienes apoyan esta hipótesis científica, defienden esta corrientes de pensamientos demostrando que los ambientes naturales de la tierra han cambiado por lo cual no se han vuelto a repetir estos casos evolutivos.
Ej: El simio tornándose en Homo habilis o reptiles convirtiéndose en aves.
De un lado muy opuesto a la corriente científica se encuentran quienes proponen una hipótesis donde conciben la complejidad del ADN como el producto de un diseño maestro y no el producto de casos aleatorios, un diseño realizado por un ser con inteligencia infinita. Esta hipótesis es bastante difundida en la actualidad por la sociedad común, pero al igual tiene su contra-parte en la comunidad científica, los cuales desechan las teorías que se basan en la imaginación, carentes de pruebas tangibles y visibles.
La hipótesis del origen extraterrestre de la vida en la tierra tiene grandes implicaciones en las creencias de las antiguas civilizaciones como la Persa y la egipcia. Podemos creer que los seres a quienes los egipcios llamaron Dioses, son solo viajeros interplanetarios que hicieron hace miles de años contacto con civilizaciones más primitivas para transmitirles conocimientos que pudieran ayudar a moldear una estructura sociable, la cual es el producto d nuestra actual sociedad moderna.
En la práctica resulta bastante fácil entender que la denominación de Dioses por las antiguas civilizaciones se hacía sobre seres que no viven en la tierra y poseen inteligencia muy superior a la nuestra, por lo cual deben disponer de altos conocimientos en genética, física y astronomía; Pero en el caso en sus conocimientos en genética, solo podemos imaginarnos y cuestionarnos una gran pregunta. ¿Pudo ser este amplio conocimiento en genética el precursor del ADN? Realmente conocemos el ADN como la molécula o el código secreto para que los humanos podamos replicar individuos similares a nosotros mediante la ciencia experimental en un futuro próximo.
Bueno, puede ser solo conjeturas sin pruebas fehacientes que no aclaran la complejidad de conocimientos tras la existencia de la vida en la tierra, fortaleciendo las ideas basadas en la selección natural, las cuales siguen floreciendo y recopilando pruebas para armar el rompecabezas de la existencia del complejo sistema de vida que alberga nuestro planeta (Tierra).
Deforma inconclusa quedan en muchos casos las ideas cuando nos cuestionamos por nuestros orígenes primogénitos en la tierra. Apoyarnos en los hallazgos y pruebas científicas nos resulta muy fácil, en estos encontramos muchas repuestas a algunos interrogantes sobre nuestra existencia, pero en muchos campos encontramos vacíos que no han sido resueltos por los actuales avances científicos, lo que adorna, amplia nuestras dudas basadas en la complejidad del ADN; debido a que este no ha podido ser replicado hasta la actualidad por ningún experimento de origen humano. Dado a esto podemos terminar nuestro análisis sobre el origen de la vida sin una repuesta, solo como una cuestión para indagar y cuestionar más la humanidad.