El constante movimiento en el cual se encuentran las placas tectónicas y algunas veces por medio de las fisuras o fracturas que las separan, se liberan gran cantidad de material en forma de lava y algunos gases, los cuales originan los volcanes. Además, por el movimiento interior también se generan los sismos.
La sismicidad.
Los sismos son generados por el movimiento de las placas tectónicas y las erupciones volcánicas, estos movimientos bruscos de la corteza terrestre o sismos, como suele llamárseles, estos afectan en gran manera las construcciones realizadas por el hombre y generan grandes desastres y perdidas humanas cuando se generan cerca de las ciudades.
En la actualidad se han creado herramientas tecnológicas que pueden medir la intensidad con la cual se producen los sismos, los lugares donde se genera el epicentro de estos fenómenos naturales, tal es el caso del “sismógrafo”, el cual proporciona la magnitud del movimiento en una unidad de medida, conocida como “Grados Richter” y para medir los daños y efectos generados por el sismo se a creado la medición de escala de “Mercalli”.
Un sismo cuenta con dos elementos muy característicos, uno de ellos es el “foco” o lugar donde se origina y el otro es el “Epicentro”, el cual es el lugar encima de la superficie donde se sienten los efectos.
Vulcanismo.
Las erupciones volcánicas son grandes expulsiones de material rocoso fundido o de magma proveniente del manto superior o de depósitos que se encuentran en la corteza, la cual asciende a la superficie por las fracturas de la corteza terrestre.
Las erupciones volcánicas se presentan de diferentes formas, pueden presentarse en forma de cono o edificios volcánicos similares a las montañas o la expulsión de lava por la grieta sin acumulación de material. La erupción de un volcán arroja lava, rocas de distintos tamaños cuando sedan de gran magnitud, pero cuando son leves, solo arrojan gases y vapor de agua.