Algunas especies de animales llevan millones de años viviendo en la tierra, y no han sufrido muchos cambios desde sus orígenes. Pertenecen a los grupos de animales en los cuales la evolución logró una temprana perfección, por este motivo no ha sido necesarios nuevos cambios. Estos animales son considerados como fósiles vivientes.
El término “fósiles vivientes” es una ambigüedad realizada por Charles Darwin para describir a los seres vivos que han resistido la prueba del tiempo y que han sobrevivido durante millones de años. Técnicamente se define como fósil viviente a una especie antigua tanto animal, como vegetal que no se ha extinguido, no ha producido especies nuevas y se ha mantenido relativamente sin cambios a lo largo de millones de años. Algunos ejemplos muy relativos pueden ser:
Cucarachas.
Los blatodeos son un orden de insectos hemimetábolos paurometábolos de cuerpo aplanado, que miden del orden de 3 cm a 7,5 cm.
Los registros fósiles hallados datan del periodo Carbonífero, hace 354 a 295 millones de años, aproximadamente. Aun así, estos fósiles difieren de los blatodeos modernos en que disponen de un largo oviscapto y son los ancestros de los mantodeos así como de las cucarachas actuales. Los primeros fósiles de blatodeos modernos con oviscapto interno aparecen al comienzo del Cretácico.
La cabeza pequeña suele estar protegida por un pronoto en forma de escudo. Sus antenas son filiformes, sus ojos compuestos son pequeños, las patas largas, aplanadas y espinosas, y las piezas bucales masticadoras. Tiene dos pares de alas, de ellos las alas del par posterior que son grandes y membranosas están cubiertas y protegidas por las alas anteriores que son más pequeñas y están esclerotizadas.
Iguanas.
Son un género de reptiles escamosos de la familia Iguanidae nativos de zonas tropicales de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe. El género Iguana incluye dos especies: la iguana verde y la iguana del Caribe. Viven normalmente en árboles, alrededor de 1,2 m sobre el suelo. A pesar de su tamaño, pueden moverse velozmente entre las plantas y son excelentes trepadoras.
Las iguanas tienen una excelente visión y pueden ver cuerpos, sombras y movimiento a grandes distancias. Usan sus dos ojos para navegar a través de selvas densas, así como también para encontrar comida. En las islas Galápagos se descubrió una iguana rosada, la cual se calificó como “fósil viviente. El cual se diferenció del resto de las iguanas terrestres hace más de 5,7 millones de años.
Cocodrilos.
Descendientes de los súper depredadores marinos que hicieron su primera aparición hace unos 55 millones de años. Los cocodrilos en la actualidad se han diversificado, es decir, existen muchas especies diferentes, de los cuales los cocodrilos de agua salada, son los más grandes de todos los reptiles y están entre los mayores depredadores terrestres del mundo.
Escorpiones.
Los escorpiones o alacranes son un orden de arácnidos provistos de un par de apéndices en forma de pinza y una cola acabada en un aguijón provisto de veneno.
Se conocen unas 1400 especies en todo el mundo. Alcanzan tamaños entre los nueve milímetros de Typhlochactas mitchelli y los 21 centímetros de los emperadores (Pandinus imperator) o de Hadogenes troglodyes. Poseen una coraza que protege sus órganos internos.
Habitan preferentemente en terrenos arenosos o rocosos o en las superficies tropicales y desérticas. Una minoría son arborícolas trepadores, erráticos o cavernícolas y mantienen relaciones comensalistas o sinantrópicas en las cercanías de moradas humanas, para quienes sólo una insignificante cantidad de especies puede resultar mortífera. Su extraña forma hace ver que es una especie que no ha sufrido cambio relativo desde hace millones de años.
Ornitorrincos.
El ornitorrinco es una especie de mamífero semiacuático endémico del este de Australia y de la isla de Tasmania. Es una de las cinco especies –junto con las cuatro de equidna– que perviven en la actualidad del orden de los monotremas, grupo que reúne a los únicos mamíferos actuales que ponen huevos en lugar de dar a luz crías vivas.
Demonios de Tasmania.
El diablo o demonio de Tasmania (Sarcophilus harrisii) es una especie de marsupial dasiuromorfo de la familia Dasyuridae. En la actualidad sólo se encuentra en estado silvestre en la isla de Tasmania, al sur de Australia.
Es el marsupial carnívoro de mayor tamaño existente en la actualidad, tras la extinción del lobo marsupial. Su tamaño es como el de un perro pequeño, con un cuerpo robusto y musculoso y su piel está cubierta de pelo negro. Se caracteriza por su desagradable olor, por su grito muy fuerte e inquietante, así como por su ferocidad cuando se alimenta.
Nautilus.
Los Nautilus son moluscos marinos, los cuales se han mantenido prácticamente sin cambios durante 500 millones de años. Son los únicos cefalópodos vivos (un grupo que incluye pulpos, sepias y calamares) con una estructura ósea exterior con forma de concha.
Curiosamente, están mucho más cerca de los primeros cefalópodos que aparecieron hace 500 millones de años, que de los modernos que surgieron alrededor de 100 millones de años más tarde.
Principalmente viven en zonas menos profundas que los otros cefalópodos, alimentándose de peces, crustáceos o carroña, comida que detecta principalmente a través del olfato. Pueden sobrevivir hasta 500 metros de profundidad pero suelen encontrarse más cerca de la superficie durante la noche. También se pueden encontrar rondando los arrecifes de coral del sur del Pacífico. Se trata de una especie nocturna, que llega a vivir hasta 20 años, tiempo inusualmente largo para un cefalópodo.
Celacantos.
Los celacantos son una especie de animales los cuales se consideraban extintos al mismo tiempo que los dinosaurios, hace 65 millones de años. Pero su “redescubrimiento” se produjo en 1938 frente a las costas de Sudáfrica. Tienen más de 80 millones de años, se considera que existieron unas 90 especies diferentes, pero hoy en día solo quedan dos.
Los celacantos tienen algunas características únicas que no se ven en ningún otro vertebrado viviente, incluyendo un órgano rostral en el hocico que es parte de su sistema electro-sensor y una articulación intracraneal que le permite que la parte anterior del cráneo oscile hacia arriba, ampliando en gran medida su apertura bucal.
Tiburón elefante.
Un nombre bastante raro para un pez, el cual lo justifica la extraña forma que este posee en la parte frontal de la cabeza.
Uno de los tiburones más extraños conocido hasta ahora. Realmente no sólo llama la atención su aspecto, sino que recientemente se ha descubierto que pueden ver en colores de una forma muy parecida a nosotros los humanos. Por lo general suelen tener un color gris amarronado.
Científicamente se conoce como Callorhinchus milii, el tiburón elefante es uno de los vertebrados con mandíbula más antiguos. También se lo conoce como tiburón fantasma australiano, makorepe, pez blanco, pez elefante, etc.
Pececillo de plata.
Tiene un nombre como si habitara en el agua, pero realmente se trata de un viejo bizarra insecto. El Lepisma saccharina es un insecto del grupo de los tisanuros cuyos fósiles se remontan a más de 400 millones de años, conocido comúnmente como el pececillo de plata.
Tiene fototaxia negativa por lo que huye de la luz, habitando en lugares oscuros y húmedos. Es un insecto que no posee alas y se alimenta de papel, moho y alimentos que contengan almidón.
Ctenóforos.
Surgieron por primera vez hace 700 millones de años. Se les asociaba a las medusas, pero luego se decidió crear un orden especial que los agrupa. Los Ctenóforos poseen coloblastos, una especie de filamento pegajoso con el que cazan a sus presas y según los biólogos aparentemente éstos son los animales multicelulares más antiguos conocidos (y no las esponjas de mar como se creía anteriormente).
Anguila de la cueva de Palau.
Está anguila fue descubierta en 2012 a 35 metros bajo el agua en el Océano Pacífico. Habita en cuevas submarinas, es tan singular que los científicos crearon una nueva especie, género y familia para clasificarla taxonómicamente.
Cangrejos de herradura.
Los cangrejos de herradura (Limulus polyphemus) son fósiles vivientes que guardan la mayor parte de sus características ancestrales sin sufrir cambios relativos a través del tiempo, son criaturas atávicas que se arrastran por los fangos marinos; Surgieron por primera vez hace unos 450 millones de años.
Se parecen a los crustáceos, pero son parte del suborden Chelicerata, por lo que están más estrechamente relacionados con los arácnidos. A pesar de sobrevivir a un número de extinciones en masa, su número está disminuyendo debido a la destrucción de su hábitat en Japón y a la sobre explotación en la costa este de América del Norte para la extracción de sus fluidos corporales.
Cianobacterias.
Al igual que muchas otras cepas de bacterias, que son uno de los grupos más exitosos de organismos vivos en la tierra e incluyen algunas de las primeras formas de vida sobre el planeta.
Las cianobacterias proporcionan los registros más antiguos, ya que datan de “apenas” 3.5 mil millones de años y hasta ahora no presentan cambios relativos en su formación, por lo cual se les considera como unos de los organismos de mayor longevidad en nuestro planeta.
Avispas del higo.
Esta especie registra sus primeros fósiles en la década de 1.920, un fósil de 34 millones de años de edad que en un principio fue incorrectamente identificado como el de una hormiga.
Para el año 2010 fue re-analizado, revelando su verdadera identidad; Una Agaonidae comúnmente conocida como “avispa del higo”, la cual no ha cambiado mucho desde hace decenas de millones de años. Sorprendentemente, las avispas de higo y las higueras han evolucionado juntas por más de 60 millones de años.