Sin duda que el calentamiento global está afectando nuestro planeta en general y con ello ha cambiado los patrones de conducta de la vida en él. Muchas de las especies que han sentido este cambio debido a la transformación en sus nichos ecológicos, están optando por realizar actividades muy diferentes a las que habitualmente hacían, dentro de las cuales están los cambios migratorios, cambios en los ciclos reproductivos y el canibalismo. Osos, langostas y gaviotas han sido vistos alimentándose de crías de su propia especie para sobrevivir en ecosistemas evocados a la desaparición si no se frena el acecho del calentamiento global frente a estos nichos ecológicos.
La subida global de las temperaturas está afectando las poblaciones de plancton del noroeste del Pacífico, esto está generando una migración de esta especie en busca de aguas más frescas, lo cual genera una reacción en cadena seguida por los peces que se alimentan de estos microorganismos marinos.
Un reciente estudio sobre las gaviotas que habitan la costa oeste estadounidense han comenzado a comerse a sus crías y huevos debido a que no disponen de otras fuentes de alimentos para sobrevivir. Además de sus autores, otros científicos han alertado del aumento de este comportamiento. “No hay duda de que el cambio climático ha impactado negativamente en las especies de todo el mundo”, ha asegurado a medios estadounidenses Meade Krosby, científico de la Universidad de Washington. “Sabemos que el agua de los océanos se está calentando, por lo que podemos esperar más canibalismo”, continuaba.
En el Ártico, el calentamiento global ha generado un retroceso del hielo polar, al mismo tiempo que una fractura en las placas de hielo donde los osos polares practicaban de una forma especializada sus faenas de cacería de las focas. La fractura les impide en muchas ocasiones trasladarse en algunas zonas, lo que hace que sea más complicado cazar focas y otros mamíferos marinos, por lo que se han observado individuos alimentándose de otros plantígrados de menor tamaño o de crías.
En el caso de las langostas el problema fue el aumento excesivo de la población. En 2013, se produjo una natalidad y un crecimiento descontrolado de individuos debido a la abundancia de alimento, provocada a su vez por el incremento de la temperatura oceánica. Como consecuencia, los congéneres comenzaron a engullir unos a otros.
El canibalismo es una actividad que se ha observado en unas 1.300 especies de animales a lo largo de la historia, incluido el hombre. Un patrón de conducta raro en algunas especies, el cual se justifica en la ausencia de alimento en los ecosistemas desequilibrados por la acción del hombre o cambios drásticos en el medio ambiente como los generados por el calentamiento global.