El monte Olimpo (en latín Olympus Mons, designación oficial de la Unión Astronómica Internacional) es el mayor volcán conocido en el sistema solar. Se encuentra en el hemisferio occidental del planeta Marte, en las coordenadas aproximadas de 18º N, 133º W. El monte Olimpo es el más joven de los grandes volcanes de Marte, pues se formó durante el llamado periodo amazónico. Su naturaleza de montaña era conocida antes de que las sondas espaciales visitaran el planeta gracias a su albedo, siendo conocido por los astrónomos como Nix Olympica.
A pesar de su gran tamaño, no era posible verse con exactitud con los telescopios anteriores por su poco alcance visual. Aunque no se podía ver con exactitud debido a la baja tecnología de los telescopios del siglo XIX, en este lugar siempre se notó algo muy extraño, visto por los observadores de ese tiempo. Una mancha blanca, que se destacaba sobremanera en medio del terreno anaranjado-rojizo de Marte, lo que causaba mucha curiosidad.
En 1951, el observador aficionado japonés Tsuneo Saheki divisó un destello brillante en el lugar, que en cuestión de media hora se iluminó hasta rivalizar con el casquete de hielo polar y que después se desvaneció al cabo de otra media hora. Los astrónomos discutían sobre el significado de aquellas observaciones, creyéndose que podrían ser reflejos del hielo, erupciones volcánicas e incluso señales enviadas por una presunta civilización marciana. La mancha brillante llamada Nix Olympica resultó deberse a las nubes que suelen formarse sobre el Olympus Mons. Es un fenómeno atmosférico que también existe en la Tierra, y que es llamado «nubes orográficas», es decir, nubes masivas de corta duración.
Ya en épocas de la exploración espacial, en 1971, la nave Mariner 9 orbitó alrededor de Marte durante una tormenta de polvo global. Los primeros objetos en ser visibles tras ir retirándose el polvo en suspensión fueron precisamente las cimas superiores de los volcanes de Tharsis, demostrado que la altitud de estos era, en gran medida, superior a la de cualquier montaña terrestre. Las observaciones que la Mariner 9 realizó sobre la superficie de Marte confirmaron que Nix Olympica no era solo una montaña, sino un volcán. Fue a partir de aquí cuando los científicos empezaron a conocer al volcán como Olympus Mons.
Descripción.
El macizo central se eleva aproximadamente entre 22-23 kilómetros sobre la llanura circundante, lo que equivale a tres veces la altura del monte Everest, y a 21 287 m sobre el nivel medio de la superficie marciana, debido a que se encuentra en una depresión de 2 km de profundidad. Está flanqueado por grandes acantilados de hasta 6 km de altura, y su caldera tiene 85 km de largo, 60 km de ancho y entre 2,4 y 2,8 km de profundidad, pudiéndose apreciar hasta seis chimeneas superpuestas de cronología sucesiva. La base del volcán mide 600 km de diámetro incluyendo el borde exterior de los acantilados, lo cual le otorga una superficie en su base de 283 000 km² aproximadamente, comparable con la superficie de Ecuador.
Sus dimensiones son tales que una persona que estuviese en la superficie marciana no sería capaz de ver la silueta del volcán, ni siquiera desde una distancia a la cual la curvatura del planeta empezara a ocultarla. El efecto por tanto sería el de estar contemplando una «pared», o bien confundir la misma con la línea del horizonte. La única forma de ver la montaña adecuadamente es desde el espacio. Igualmente, si alguien se encontrara en la cima del volcán y mirase hacia abajo no podría ver el final, ya que la pendiente llegaría hasta el horizonte.
Actividad volcánica.
El monte Olimpo es un volcán en escudo en forma de caldera, formado como resultado de flujos de lava muy poco viscosa durante largos períodos de tiempo, y es mucho más ancho que alto; la pendiente media del monte es muy suave. En 2004, la sonda Mars Express detectó que los flujos de lava en las pendientes del monte parecían tener solo dos millones de años, fecha muy reciente en términos geológicos, sugiriendo que la montaña aún podría tener una ligera actividad volcánica.
Las islas Hawái son un ejemplo de volcanes muy similares a menor escala, como por ejemplo el Mauna Loa. El extraordinario tamaño del volcán se debe probablemente al hecho de que Marte no tiene placas tectónicas. Por eso, el cráter permaneció fijo sobre un punto caliente de gran actividad y continuó vertiendo lava, dando al volcán unas dimensiones tan espectaculares.
Sus alrededores.
El monte Olimpo se encuentra en la meseta de Tharsis, un terreno elevado en la superficie marciana que contiene otras formaciones volcánicas. Entre ellas hay una cadena de volcanes en forma de caldera más pequeños, como es el caso de los montes Arsia, Pavonis y Ascraeus, los cuales son pequeños en comparación con el Olimpo. La región que rodea inmediatamente al monte Olimpo es una depresión de 2 km de profundidad. El volcán está rodeado por una región conocida como la aureola, con enormes gargantas y montañas que se extienden a 1000 km de la cima, y que muestran la evidencia de una antigua actividad glacial.