El mar de Aral, ubicado en Asia Central, se ha convertido en una de las tragedias ecológicas más visibles del mundo, debido a las causas y efectos generados en el medio ambiente. Pese a los esfuerzos de varios países por contener su desecación, uno de los lagos más grandes del mundo sigue cediendo terreno ante el desierto.
Las plantaciones masivas de algodón por la antigua Unión Soviética en sus alrededores acabó por agotar los ríos que nutrían el mar de Aral. El mar fue desapareciendo poco a poco, las advertencias a las empresas productoras de algodón en diversos países parecía algo ilógico, se creía que seria imposible secar un mar interior (El mar de Aral), pero el mar fue secándose hasta quedar reducido a un charco de arena y sal, una combinación dañina que contamina el aire y los seres vivos.
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