Sin duda que la sangre es el líquido vital de un cuerpo, es imprescindible pensar que los cuerpos puedan funcionar sin sangre. Nuestro planeta es un cuerpo vivo en movimiento, este cuerpo o la tierra como lo llamamos es el único hogar que hasta hoy conocemos, el también necesita un liquido vital para funcionar así como nosotros necesitamos la sangre.
Nuestra civilización y su gran desarrollo económico demuestra que todo funciona por medio de redes vitales, redes como venas que necesitan una alimentación continua; Lo paradójico de nuestro avance fue la sustitución del líquido vital de la tierra (Agua) por un líquido formado por la descomposición de la materia (Petróleo) para alimentarlo. El petróleo el cual ocupó el lugar que el agua siempre tuvo que ocupar esta enfermando la tierra, la está volviendo paciente crónico en una sala de urgencia, daña nuestra capa de ozono, enferma nuestros mares y ríos; además de eso disminuye la calidad del aire, le brinda a nuestro planeta una vida enferma y dependiente del subsuelo.
Pero gracias a los esfuerzos de ciertos gobiernos encabezados por las iniciativas del presidente norteamericano Barack Obama, están colocando fin a esta era, están enviando el petróleo a donde siempre debió estar “bajo tierra”.
Con la aprobación en París por unanimidad del acuerdo que más que acuerdo es algo histórico para el planeta para limitar el incremento de la temperatura global a “muy por debajo” de los 2° centígrados respecto de los niveles existentes, se está también firmando la culminación de la dependencia de nuestra civilización del combustible fósil “Petróleo”.